La primera imagen del rey Nabucodonosor, que el profeta Daniel nos presenta, me suena conocida. Hoy en día, existe una enorme cantidad de personas que, valiéndose de la situación política en la que se encuentran, cegados por la inoperancia de sus mentes, y atraídos por criterios banales, buscan manipular las mentes de hombres y mujeres de buen corazón. Tratan de incidir violentamente en las conciencias de los demás y hurtar aquellos valores morales que no favorecen a sus propios intereses.
Interesante se vuelve la rebeldía de estos tres jóvenes frente a la idolatría del Rey. Qué maravillosa lección de vivir, incluso hasta en el peligro de morir, dando testimonio de su fe, de su confianza en Dios, y no dejando nunca de vivir bajo el impulso de sus convicciones. Qué lección tan curiosa, tan inusual tal vez, incluso, con un toque de contradicción, la que nos ofrece la palabra de Dios en este día, en aquello de ser rebeldes. Pero, no se trata de la rebeldía que se encuentra corrompida por el egoísmo, sino aquella que sustenta su actuar en el amor. Qué maravilloso sería contar con muchos hombres y mujeres que se rebelaran frente a la imposición de las modas, de los medios de comunicación, de las nuevas ideologías, incluso de la opinión pública, tan manipulada en estos tiempos, que llega a aprobar cualquier cosa, incluyendo el crimen del aborto.
Más como ellos Señor, por favor. Más hombres y mujeres de buena voluntad que no teman ante la prueba, que no sucumban ante la tentación del enemigo y, que se mantengan firmes en la fe dando testimonio de su amor y su confianza por Ti.