La voluntad de mi Padre consiste en que todo el que vea al Hijo y crea en él, tenga vida eterna…
Buen día a todos queridos compañeros, comenzamos un nuevo día y que mejor que con Dios y un café.
Si pudiéramos resumir la vida cristiana en una palabra sería “mirada”. Porque mirar al crucificado te brinda consuelo en el sufrimiento; mirar al hermano te compromete a ser don; mirar al niño en Belén te llena de esperanza por su ternura; mirar al resucitado nos mueve renovar nuestra vida entera. Amigos, la mirada es fundamental con aquel o aquella a quien amas, y la mirada cristiana es posible sólo porque Dios nos miró primero, haciéndose visible ante nosotros por su encarnación. Ser cristiano también significa “voluntad”, más precisamente, unión de voluntades. Hoy Jesús nos dice “la voluntad de mi Padre consiste en que todo el que vea al Hijo y crea En él, tenga vida eterna”. Hoy pregúntate: ¿Yo quiero mirarlo? ¿Quiero unir mi voluntad a la de Dios? Él sí quiere. Miremos al Hijo que nos ganó la vida eterna.
¡Excelente miércoles!