El que cumpla la voluntad de mi Padre, que está en los cielos
La invitación a cumplir la voluntad del Padre, es algo que siempre estará por parte de Dios y si somos conscientes de que llevarla a cabo es lo mejor que podemos hacer, nos ayudará a quitar muchas barreras que impiden nuestra vida en plenitud. Fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, en Él existimos, nos movemos y somos, cada célula de nuestro ser, está sostenida por esa íntima relación que tenemos con Él. De la misma manera debemos alimentar esa relación que ya tenemos, pero ahora de manera personal, de corazón a corazón. Dejémonos seducir por Dios, por el Amor y comencemos a prepararnos desde la penitencia, la oración y ese sincero reconocimiento de nuestros pecados para poderlos llevar a la Confesión.
Pidamos la intercesión de Nuestra Madre Santísima para que nos ayude a alcanzar la gracia de eliminar todo aquello que se interpone a nuestra relación con Dios y de esa manera nos sea más fácil hacer todo lo que nos hace estar cerca de Él.