
Dr. Vicente Alejandro Jiménez Olivera · Docente, UNIVA Colima
El turismo en México se ha consolidado como un motor económico crucial, particularmente en estados como Colima, donde las micro y pequeñas empresas turísticas representan una parte importante de las unidades económicas presentes en el estado. Sin embargo, dichas empresas enfrentan retos significativos en competitividad y productividad debido a su actual cultura organizacional predominante. Este artículo plantea brevemente cómo una transformación cultural estratégica puede ser a la vez un catalizador para la sostenibilidad y el crecimiento de un sector altamente vulnerable y dinámico como lo es el turismo.
Las micro y pequeñas empresas suelen ser estudiadas regularmente de forma genérica. Si bien comparten problemáticas y formas de operar también es importante reconocer y sobre todo entender sus marcadas diferencias, sus giros y contextos. En el caso particular de las empresas turísticas de Colima, tales como hoteles, restaurantes, bares, agencias de viajes, y cafeterías, pertenecientes al giro turístico, siguen siendo negocios familiares que operan bajo una cultura de tipo «Clan». Este enfoque o forma de operar la empresa, presenta aspectos positivos como el hecho de resaltar valores tales como: la cohesión, la lealtad y el trabajo en equipo, lo que ha permitido su permanencia en un entorno local. Sin embargo, ha fomentado que dicha estructura carezca a su vez de la adaptabilidad y orientación al mercado, un aspecto tan necesario para competir a nivel no sólo local ni nacional, sino también global. Esto ha generado que en Colima se encuentren empresas con más de 20 años de trayectoria, las cuales se encuentran en una situación de estancamiento y “esperando que una empresa más grande llegue y las cierre”, según palabras propias de uno de los empresarios turísticos entrevistados.
Al respecto, el Marco de Valores en Competencia (MVC) utilizado como parte del diagnóstico conformado por 70 micro y pequeñas empresas turísticas pertenecientes a los municipios de Manzanillo, Colima, Tecomán, Villa de Álvarez, Colima y Comala, destaca cuatro tipos de culturas organizacionales: Clan, Adhocrática, Jerárquica y de Mercado. Aunque el «Clan» es funcional para entornos internos, su predominancia puede limitar la capacidad de innovación y respuesta a las demandas del turismo global. Resulta imperativo que estas empresas turísticas transiten hacia una cultura orientada al mercado, donde la competitividad y los objetivos estratégicos sean prioridad. Cabe señalar que dichos enfoques no se limitan sólo a empresas pertenecientes al sector turístico, por el contrario, su enfoque estratégico puede y quizás debería ser adoptado por empresas de los diversos sectores económicos.
Adicionalmente y día con día, factores como la falta de financiamiento, aunado a la poca o nula capacitación técnica brindada al interior de las MiPymes turísticas entorpecen sus operaciones diarias. La percepción fragmentada de la realidad organizacional actual, originada en las dinámicas familiares y educativas, perpetúa una zona de confort que inhibe el cambio. Sin una transformación cultural, estas empresas permanecerán indefinidamente estancadas en un modelo operativo reactivo y de corto plazo, poco sostenible en la turbulencia actual, limitadas e incluso paralizadas frente a crisis venideras como la vivida duran el surgimiento del COVID-19.
Parte fundamental del éxito de las micro y pequeñas empresas turísticas de Colima radica en su capacidad para adoptar una cultura organizacional que equilibre la estabilidad interna con la flexibilidad externa. Esto implica un cambio en la mentalidad de la alta dirección, priorizando estrategias de innovación y adaptación al mercado, sin perder de vista las virtudes y beneficios de la cultura de tipo “Clan” que ya poseen.
Si bien los desafíos forman parte del diario vivir de las empresas una transición hacia una cultura organizacional de tipo «Mercado» podría quizás garantizar cierto grado de sostenibilidad de éstas, al mismo tiempo que potenciaría el desarrollo económico y turístico del estado de Colima. Es momento de que empresarios, académicos y gobierno colaboren para transformar las estructuras mentales y organizacionales de este sector clave para México, permitiendo así un mejor desempeño interno y externo de las empresas turísticas del país.