
Mel Ávila · Coordinación de Imagen Institucional y Creatividad, Corporativo UNIVA
Desde que decidí comenzar a hablar, mi fascinación por los gatos se dio a notar y es que mi mamá tiene un pequeño “libro del bebé”, en donde además de contener alguno de mis primeros rizos, incluye, orgullosamente para mí, mi primera palabra y esa fue “gato”.
El gato es un ser misterioso y elegante, con belleza única y he comprobado que su inteligencia es fascinante. Son compañeros leales contrariamente a lo que muchos creen, pues al ser animales independientes suelen existir críticas hacia ellos por esa razón, pero lo que no saben es que el gato maneja un equilibrio perfecto entre su espacio personal y sus deseos de afecto, son selectivos, pero aunque no lo creas, son comunicativos y grandes maestros, pues te enseñan a entenderles, solo basta con saber escuchar la intención de su maullido, los suelen personalizar para sus humanos, su lenguaje corporal que va desde el movimiento y posición de su cola, hasta en cómo te observa, es así como ellos expresan sus emociones y necesidades.
Así pues, muchos gatos, aun con su elegancia y belleza única, tienen la mala suerte de no vivir en un hogar y enfrentan diariamente o por el resto de su vida, la calle, el abandono y el peligro de encontrarse con inhumanos.
Ojalá todo quedará en depredadores y selección natural, que solo se tratara de defenderse del ataque de perros o incluso de otros gatos, los desafíos que enfrenta un gato feral o en situación de calle son:
- Sobrevivir a climas extremos que los exponen a una muerte cruel.
- Falta de alimento y agua.
- Enfermedades que van desde parasitarias, por pulgas y/o garrapatas hasta aquellas virales y crónicas que los llevan a una muerte dolorosa.
- Personas que no respetan la vida por algún complejo de superioridad y que los maltrata o mata cruelmente.
Y es que no son «gatos callejeros», son gatos abandonados por diversos factores, desde el económico, el desconocimiento de lo que implica la tenencia responsable (atención veterinaria, desparasitación, esterilización, alimentación), crías no controladas es la más típica «mi gata tuvo gatitos y no los puedo tener” así es como inicia el ciclo del gato de la calle.
Su salud física y emocional es afectada por la desnutrición que les va debilitando su sistema inmune y da inicio a las enfermedades crónicas, el estrés y la ansiedad, sí, ellos también lo padecen y de la mano va la desconfianza a los seres «humanos», que hacen que su rescate para rehabilitación sea a veces imposible.
Rescato y rehabilito gatos y perros desde hace más de 10 años y en mi búsqueda por ayudar más de lo que ya he hecho, este año inicié junto con otros compañeros, el método CES (Capturar, Esterilizar y Soltar), proceso que ha sido implementado en diversas partes del mundo y que es el único que garantiza el control de sobrepoblación de colonias de gatos ferales y en situación de calle.
Vamos trabajando de la mano con vecinos de la zona que quieren ayudar a los felinos, les enseñamos el manejo de las trampas especiales y asignamos tareas para la logística desde el día que los capturamos, hasta el día que los regresamos a su entorno. El proceso consiste en capturarlos, resguardarlos y ayunarlos, para al día siguiente llevarlos a esterilizar ya sea con nuestras veterinarias aliadas de Mundo Veterinario, al Centro de Esterilización Veterinaria (CEV en la Col. La Estancia) o a las campañas gratuitas de Fundación Calle Cero, terminada la cirugía los trasladamos a una pensión a bajo costo, en donde reciben cuidados por médicos veterinarios (eso es lo que nos diferencia del resto de grupos que lo llevan a cabo) y una vez que están estables totalmente, los llevamos de regreso a su entorno de origen, para que retomen su vida.
Para lograrlo, solicitamos donativos tanto en efectivo como prioridad, para el pago de las cirugías y la pensión, así como donativos en especie, alimento seco, húmedo y arena.
La misión no termina ahí cuando encontramos gatos bebés en los baldíos, a ellos los llevamos a casa, puente, para atenderlos y rehabilitarlos y hacerles protocolo completo (desparasitación, esterilización y vacunación) para finalmente buscarles un hogar responsable en donde los entregamos personalmente y les damos seguimiento constantemente. Cada gato en las calles se vuelve un reto y un logro cuando lo sacamos adelante.
Cada donativo nos ayuda a seguir apoyándolos a ellos y hacer de este mundo un lugar más humano para los animales en situación de calle.
A mis casi 40, descubrí que mi misión de vida, la mencioné desde que dije mi primera palabra “gato”.
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