
Berenice Reyes Beltrán · Cofundadora de Mat Crianza A.C., asociación para la maternidad, crianza y neurodiversidad
Siempre he creído que Facebook me escucha, es más, lee mi mente.
Yo pienso que “extraño hacer stand up paddle” y al día siguiente ya tengo en mi feed, todos los lugares más cercanos para hacerlo. Cosa que es difícil porque yo vivo en la ciudad de Puebla, sin embargo, me dirige rápidamente a Veracruz, Facebook sabe cosas, a veces.
Estaba scrolleando cuando me apareció un anuncio de despigmentación de zona íntima y blanqueamiento anal, creí haber leído mal, me detuve y lo leí con calma, y sí, decía eso.
Entre la confusión y la risa, tomé una captura de pantalla y la envié al grupo de mis amigas, para saber de qué me estaba perdiendo y aprovechar para reírnos juntas un rato. Cuál fue mi sorpresa al descubrir, que, en lugar de reírse, la conversación fue algo así:
- “Yo me he desmanchado las axilas y ahora uso desodorante para aclarar.”
- “Mi mamá me hizo usar limón, concha nácar, piedra pómez y jabón zote en las axilas y las ingles desde que tenía 9 o 10 años”.
- “La primera vez que fui a la ginecóloga me dio miedo que me dijera algo del color de mi vulva”.
- “Yo crecí siempre usando mangas largas, pero ya investigué que las mujeres morenas podemos tener zonas más oscuras y es normal, apenas me atrevía usar vestidos sin mangas”.
- “Yo ya intenté todo lo que anuncian y no se me desmanchan”.
- “Mi trauma eran mis rodillas, los nudillos y las axilas más oscuras, yo creía que nadie iba a querer casarse conmigo por tantos defectos que tenía”.
Se me acabó la risa y terminé con más dudas que respuestas. Había toda una conversación de fondo, donde muchas mujeres (todas cercanas y a mis ojos perfectas) enfrentaban esa situación y hasta compraban productos relacionados.
Para mí era obvio que los pliegues de la piel fueran de otro color, que las mucosas cambiaran de tono, no somos de porcelana y el sol, las hormonas y la vida, hacen lo suyo.
Por qué eso debía ser un problema o un asunto que “aclarar”. ¿A quién le molesta, cuál es el público objetivo, y esa idea de blanqueamiento de zonas, es solo para las morenas o las blancas también enfrentan esos problemas?
¿Es un invento patriarcal o racial? Porque, aún no veo lugares especializados en depilación para hombres, ni despigmentación de “zona íntima” masculina.
¿Qué estamos haciendo con nuestros cuerpos y a qué estamos enfrentando a nuestras hijas con este concepto de blanquitud impoluta hasta en el ano?
A mí me educaron con la idea de que la solución a todos los problemas era agua y jabón, ¿eso ya no es suficiente?
Cubrir imperfecciones, depilarte para ser pulcra, alaciarte los chinos, ponerte pestañas, usar implantes, reemplazar los dientes, ya nada es suficiente, ha llegado el momento en el que tenemos que borrarnos para agradar.