
Jimena Velázquez · Cofundadora de Mat Crianza A.C., asociación para la maternidad, crianza y neurodiversidad
Hablemos de las memorias, los recuerdos que moldean cada aspecto de nuestra vida, todos ellos creados a través de una experiencia, un momento de nuestras vidas.
Podríamos pensar que solo durante la infancia se dejan estampados estos recuerdos, un viaje familiar, un cambio de escuela, vamos, hasta una ruptura amorosa, podríamos caer en el error de pensar “es solo un bebé, no se va a acordar”, incluso podríamos pensar que hay un límite de tiempo para dejar esa memoria.
La película “Intensamente” (Inside out, de Disney) lo dejó muy claro, ¿no? Las islas el pensamiento moldean nuestra personalidad… pero no, incluso los primeros minutos de vida de un recién nacido son primordiales para el neurodesarrollo de ese bebé, y no solo del bebé, sino que permite modificaciones neuronales en su madre.
Y hablando de la madre, según Ibone Olza, psiquiatra perinatal, este periodo cercano al nacimiento de los hijos, el periodo perinatal es un momento altamente sensible y sumamente importante para la mujer.
Así como las islas del pensamiento de Intensamente se establecen en la infancia y dan lugar a la personalidad del niño, en el periodo perinatal, esas islas podrían modificarse, desarrollar nuevos espacios e incluso, como muestra la película, derrumbarse para dar paso a nuevas islas.
Cosa que sin duda modifica todo, de manera personal, una frase que repito constantemente en conferencias, eventos de maternidad e incluso mientras acompaño a una madre en consulta, ninguna mujer es la misma después de convertirse en madre.
No solo hablo a nivel emocional, un artículo en la revista Nature Neuroscience de febrero de 2024, habla sobre los cambios que ocurren a nivel estructural en el cerebro en la madre.
Ibone Olza, también refuerza la importancia de la experiencia, cómo el trato, el acompañamiento y la forma en la que sucede beneficia o perjudica a la mujer por el resto de su vida.
En este tiempo, que tanto se habla de parto “respetado”, cuando la OMS incluso tiene una guía para una “experiencia positiva” en el parto, una época en la que el término violencia obstétrica al fin es reconocido, hoy en día, sabemos que la experiencia lo es todo.
Que la madre logre reconocer a su recién nacido, pueda olerlo, tocarlo, sentirlo, alimentarlo y a partir de ahí, pueda desarrollar un vínculo adecuado, y viceversa, que el bebé logre hacer todo eso con su madre.
Que ambos tengan memorias positivas y que valga la pena recordar, hará que también logre desarrollarse positivamente a lo largo de su infancia, en la adolescencia y la adultez.
Volviendo a la frase del inicio “es solo un bebe, no se va a acordar” pues que crees, puede ser, pero tú, mamá, tú si te vas a acordar, no hablamos únicamente de su infancia, hablábamos de tu maternidad y ese periodo perinatal tan importante que moldea también tus “islas del pensamiento”, y esas memorias son las que deben ser extraordinarias y felices, algo que valga la pena de ser recordado.