
Mtro. José Carlos García Alvarez · Coordinador Académico de Ciencias Comerciales, UNIVA La Piedad
El delgado hilo entre los sueños y las pesadillas, ese es el que separa al profesor impulsor del quiebre sueños; el papel del profesor universitario en el siglo XXI debe ser el del acompañante en el proceso formativo de nuestros estudiantes, esa persona que incita a dudar de lo que se escucha, a probar con hechos lo que se dice y a generar confianza en los alumnos para que descubran sus propios caminos.
No estamos aquí para hacer lo que en algún momento vivimos como alumnos, tampoco para desalentar talentos que bien enfocados pueden llegar a ser grandes profesionistas, nuestra responsabilidad es inmensa y así debemos entenderlo, estamos aquí para que el alumno crezca, para que cometa errores y sepa que tienen solución, la vida laboral es así, el mundo real es así.
La rigidez de la educación no cabe en estos tiempos, seamos artífices de un proceso educativo flexible, pero firme, con reglas, con procedimientos, pero no entorpezcamos los sueños de quienes están buscando el camino en sus vidas, de aquellos que forjarán las empresas, los negocios, los empleados y los emprendedores del futuro.
Las cosas no deben ser como el profesor dice, porque quizá, así eran hace algunos años, pero no lo son más; la capacidad de adaptación debe ser bidireccional, el profesor sin duda deberá aprender de sus alumnos, igual o más de lo que los alumnos aprenderán de él.
Generemos conciencia del peso de nuestras palabras, que, si bien es cierto, muchas veces las decimos sin pensar más allá del simple dicho, pueden ser lápidas para aquellos que están descubriendo su camino, que están forjando su carácter y encontrando el sentido de su existencia; seamos firmes, pero conscientes, no regalemos nada, pero tampoco quitemos ilusiones.
Seamos ejemplo, seamos guía, seamos ese profesor que siempre deseamos tener cuando éramos alumnos, nunca olvidemos que también en algún momento lo fuimos y que lo seremos siempre, porque si somos profesores es porque estamos enamorados de la educación y la preparación, eso no se deja nunca.
Si no puedes explicar algo de forma sencilla, es que ni tú lo has entendido lo suficiente.
Albert Einstein
Frase simple, pero categórica, el conocimiento no hace al profesor, sino la forma en que lo transmite y lo propicia; en esta época tecnológica con una gran cantidad de facilidades de acceso a la información, donde la IA aparece para brindar herramientas que en otras épocas no existían, es el momento para hacerlas nuestras aliadas y no prohibirlas, porque de hacerlo es prohibir el acceso al mundo actual, al mundo de hoy; seamos partícipes de este mundo, utilicemos la tecnología a nuestro favor, ayudemos a los jóvenes a descubrir que, si bien la tecnología ha llegado a lugares insospechados, es su esfuerzo y desempeño el que los llevará a realmente apoderarse del conocimiento necesario para su vida.
Los profesores que siempre recordaremos son aquellos que más que una lección académica, nos dieron una lección de vida, nos marcaron con su método de enseñanza, nos dieron ejemplo de profesionalismo y nos hicieron entender que profesionista y profesional no es lo mismo, uno te lo da el ir a la escuela, lo otro lo irás adquiriendo a lo largo de tu vida, tus acciones y tus decisiones.
Nuestra influencia no la veremos completa, ni al día siguiente de la clase, pero sin duda estará en el actuar de todo el que pasó por nuestra aula, ese será el mejor pago a esta hermosa profesión de ser maestro, que ese sea el motivo para seguir siendo forjadores de sueños y no creadores de pesadillas.